Ideología de Género: Un análisis bíblico, científico y filosófico

Este estudio tiene como objetivo demostrar que la ideología de género no solo carece de fundamento científico y filosófico, sino que contradice profundamente el diseño original de Dios revelado en las Escrituras

¿Qué es la ideología de género?

Según Pablo Muñoz Iturrieta en su libro Atrapado en el cuerpo equivocado (2019), la ideología de género es una construcción filosófica que niega la realidad biológica del sexo y propone que el género es una identidad subjetiva, desligada del cuerpo. (Muñoz Iturrieta, 2019, p. 87).

Es así como esta filosofía presenta una visión del orden natural que rechaza la familia tradicional y la ve como una forma de opresión. También redefine el género como un sentimiento que puede cambiar, de manera que la autopercepción, es decir la forma en que yo creo que soy, es lo que dicta lo que realmente soy y como me debe mirar la sociedad. 

Tristemente, esta ideología se ha impuesto a través de la educación, como una nueva forma de moral que incluso es propuesta como forma de política pública. 

Otros mecanismos por medio de los cuales se masifican estas ideas son por medio de la presión social que se ha creado en redes sociales, YouTube, TikTok, influencers trans, presión de pares y validación institucional inmediata.

Abigail Shrier documenta cómo niñas perfectamente sanas, sin antecedentes de disforia, comenzaron a identificarse como transgénero tras consumir contenido en redes sociales y recibir afirmación ideológica inmediata (Shrier, 2021, pp. 25–54).

¿Tiene base científica?

No hay evidencia científica alguna con respecto a la orientación sexual “homosexual” como una característica biológicamente innata. La biología y la genética contradicen la falsa idea de que las personas que manifiestan otra orientación sexual “nacen así”. La tendencia del hombre hacia la mujer y viceversa es el resultado natural y esperable de todo el desarrollo de nuestros cuerpos sexuados (incluido el cerebro) hacia la función reproductiva.


Lo que hay que explicar es por qué en una minoría de personas esta tendencia natural se ve bloqueada y redireccionada hacia objetos sexuales que carecen de función reproductiva. Como no hay evidencia de que la conducta homosexual tenga una base biológica determinante, su origen debe explicarse por algún problema ambiental relacionado con el desarrollo psicológico del individuo.

La mayoría de los adolescentes que sienten disforia de género, la superan al llegar a la adultez sin intervenciones médicas (Shrier, 2021, p. 203). Incluso, los tratamientos hormonales y quirúrgicos no resuelven el malestar emocional, y en muchos casos lo agravan:

  • Los índices de suicidio post-transición son 19 veces más altos (Muñoz Iturrieta, 2019, p. 194).

  • Muchos jóvenes sufren esterilidad, pérdida de voz, disfunción sexual y arrepentimiento severo (Shrier, 2021, pp. 196–214).

Estamos frente a una construcción ideológica, no a una verdad científica. La a ideología de género es la culminación del “yo moderno” que separa el cuerpo de la identidad, presenta la posibilidad de que el hombre decida “lo que desea ser” sin reparar en las graves consecuencias de esto.

Cuando se deja de creer en Dios, no se cree en nada: se cree en cualquier cosa.

                                                                                                                      G. K. Chesterton

Fundamento filosófico y cultural

Esta ideología, se ha integrado a la cultura por medio de un fundamento filosófico del llamado Marxismo Cultural, cuyo propósito es deconstruir la familia como pilar del “patriarcado”.

Se alimenta del postestructuralismo, que afirma que toda identidad es una construcción social subjetiva. De manera que lo que reina y se impone socialmente es la concepción de identidad que el sujeto tiene sobre si, puedo “hacerse” lo que desee, no hay límites para su mente. 

Todo esto es llevado a cabo por medio de una manipulación del lenguaje, para redefinir la realidad: varón y mujer dejan de ser categorías biológicas para convertirse en identidades fluctuantes.

Fundamento bíblico: el diseño de Dios

La biblia nos enseña que Dios creó dos sexos biológicamente definidos (Génesis 1–2). La masculinidad y la feminidad no son categorías artificiales producidas por una sociedad patriarcal con el propósito de subyugar a las mujeres, como muchos afirman en nuestros días.

Dios estableció un orden moral basado en la complementariedad, no en la auto percepción Mateo 19:4–6 dice: 

Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.

El modelo de familia bíblico responde integralmente a las necesidades fundamentales del ser humano: proporciona un entorno estable, afectivo y ético que favorece la formación saludable de las personas y el desarrollo armonioso de la sociedad. No obstante, la familia, tal como ha sido entendida tradicionalmente —basada en la unión complementaria entre un hombre y una mujer— enfrenta hoy una doble amenaza: por un lado, las fracturas internas como la disfuncionalidad, el maltrato y la ruptura de vínculos; y por otro, una creciente presión cultural e ideológica que busca desarraigar la noción natural y bíblica de familia, sustituyéndola por nuevas construcciones sociales que relativizan su fundamento antropológico y espiritual.

Toda ideología que contradice el diseño de Dios termina dañando al ser humano, no liberándolo.

¿Cómo debemos responder ante esto? 

A continuación, una propuesta de como la iglesia debería responder ante estos desafíos: 

  1. No debemos responder con odio, sino con verdad y compasión en todos los escenarios. 

  2. Ayudamos a los padres a proteger a sus hijos de la imposición ideológica en escuelas y medios.

  3. Afirmamos que la identidad verdadera no se construye con hormonas, sino en Cristo.

Oramos por nuestra nación con fervor y esperanza. Creemos que el evangelio no es una construcción cultural sujeta al cambio de los tiempos, sino la verdad eterna de Dios para toda la humanidad. Anhelamos que el Reino de Dios avance con poder, transformando vidas y estableciéndose en lo más profundo de cada corazón. 


De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es.


                                                                                                               (2 Corintios 5:17).

Conclusión

La ideología de género se presenta como libertad, pero es una esclavitud moderna que borra la verdad del cuerpo, del alma y de Dios. Como iglesia, no podemos callar: no por odio, sino por amor a la verdad que libera.

Bibliografía 

Muñoz Iturrieta, P. (2019). Atrapado en el cuerpo equivocado: La ideología de género frente a la ciencia y la filosofía. Unión Editorial.

Shrier, A. (2021). Un daño irreversible: La locura transgénero que seduce a nuestras hijas. Deusto.

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